En AWS, la gestión de identidades y accesos (IAM) es la puerta de entrada a toda la infraestructura. Configurarla bien no es solo una cuestión técnica, sino una decisión estratégica que define la seguridad y la gobernanza de tu entorno. Sin embargo, muchas organizaciones, incluso con experiencia en la nube, cometen errores que dejan huecos críticos.
En este artículo, vamos a repasar esos fallos habituales, por qué ocurren y cómo una estrategia sólida puede evitarlos.
El problema de la sobrepermisividad
La presión por avanzar rápido y no bloquear a los equipos lleva a menudo a crear políticas demasiado amplias. Frases como “asigna permisos y ya lo revisaremos” acaban derivando en accesos con wildcard (*) que otorgan privilegios totales o sobre todos los recursos, muchas veces sin justificación.
Este exceso de permisos no sólo aumenta la superficie de ataque, sino que dificulta detectar acciones no autorizadas. La solución pasa por diseñar políticas basadas en el principio de mínimo privilegio y revisarlas de forma continua.
La herencia de configuraciones antiguas
AWS ofrece flexibilidad, pero esa misma flexibilidad puede convertirse en un problema si las configuraciones se arrastran durante años. Esto puede pasar con usuarios que cambiaron de función y mantienen permisos, roles creados para un proyecto temporal que ya no existe ó claves de acceso que no han rotado en meses.
Estos usuarios o permisos heredados son terreno fértil para brechas de seguridad. Gobernar IAM implica depurar y auditar, no sólo añadir.
Falta de visibilidad y auditoría continua
Tener CloudTrail activado o AWS Access Analyzer configurado es un paso necesario, pero insuficiente si nadie analiza los datos que generan.
La visibilidad real llega cuando la auditoría forma parte de un proceso continuo: saber qué identidades existen, qué permisos tienen, cómo se usan y quién revisa esos accesos. La seguridad en IAM no es reactiva, sino proactiva.
Principios clave para una estrategia IAM eficaz
Una estrategia IAM bien diseñada se apoya en tres pilares: control, claridad y consistencia.
El control se logra limitando privilegios y segmentando responsabilidades. La claridad, documentando y comunicando las políticas de acceso. La consistencia, aplicando las mismas reglas en todos los entornos y servicios.
Sin estos tres elementos, IAM acaba siendo un conjunto de configuraciones aisladas, sin coherencia ni trazabilidad.
Gobernar entornos multi-cuenta con IAM Identity Center
En arquitecturas multi-cuenta, la complejidad de IAM crece de forma exponencial. Gestionar credenciales y permisos manualmente para cada cuenta no sólo es ineficiente, sino propenso a errores.
Aquí es donde IAM Identity Center se convierte en una pieza clave. Centraliza la autenticación y autorización, permitiendo definir quién accede, a qué cuentas y con qué permisos, todo desde un punto único de control.
Además, facilita la aplicación uniforme del principio de mínimo privilegio y la rotación de credenciales, reduciendo el riesgo de inconsistencias entre cuentas.
Cómo lo abordamos en Cloudner
En Cloudner ayudamos a las empresas a ver IAM como una inversión estratégica. Comenzamos con un análisis del estado actual para entender no solo la configuración, sino los procesos que la rodean. Identificamos los puntos ciegos, las dependencias y las prácticas que generan riesgo.
A partir de ahí, creamos un plan que combina ajustes técnicos con cambios de proceso: revisión y optimización de políticas, adopción de herramientas como Identity Center si es necesario, y definición de revisiones periódicas. El objetivo no es sólo “arreglar” IAM, sino integrarlo como una parte natural de la arquitectura y la gobernanza.
Si tu organización quiere reforzar su seguridad en AWS y ganar control sobre sus accesos, podemos ayudarte a dar el primer paso con un asesoramiento claro y orientado a resultados.